CALLE PERO ELEGANTE

54 Views0 Comments

Vestir de traje es una tradición de mediados del siglo XX, según el predicador Miguel Castellanos, de 51 años.

 

Él lo aprendió de su padre y de su abuelo, quienes le contaron que en la década de 1950 incluso las personas humildes lo utilizaban en El Salvador.

Aunque estuvieran descalzos, algunos llevaban su saco. Esto se puede corroborar buscando imágenes de 1950 en San Salvador. Las fotografías en blanco y negro muestran a las personas vestidas de forma elegante.

Hoy en día, en el centro capitalino aún se observan personas humildes vistiendo trajes. Algunos de ellos son feligreses o pastores evangélicos, como Miguel Castellanos o Arístides Hernández. Ellos predican en las calles y los mercados de San Salvador y sus alrededores. Lo utilizan para inspirar respeto y confianza ante los fieles.

Otros son vendedores, como Atanacio Ramírez, que ofrece una variedad de peines. Él asegura que aprendió a vestirlo cuando trabajó en banco en Nueva York, Estados Unidos. Aunque fue deportado, mantuvo la costumbre de vestir de traje y corbata.

Otros más lo usan porque agrado, por la sensación de elegancia mientras caminan por el centro de la ciudad.

Sin duda, el uso del traje  infunde respeto, elegancia y formalidad. En las invitaciones a actos formales u oficiales se exige vestir de traje formal o en las bodas, fiestas rosa y los sepelios.

En estas ocasiones,  más de alguien dice: “Sacá el tacuache”, en referencia de que se debe ir engalanado a una actividad formal. Si es para dar una vuelta por el centro, hay quienes prefieren andar “calle pero elegante”.


Descubre más desde Francisco Campos

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde Francisco Campos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo