PARA LLEVAR Y PARA COMER AQUÍ
La pupusería Zoila, ubicada en Olocuilta, es famosa entre sus clientes.
Unos las piden para comer dentro del local, otros las pueden saborear en restaurantes del aeropuerto Internacional y los pedidos especiales para compatriotas en Estados Unidos.
Según su propietaria, Zoila Escobar de Castro, de 62 años, la idea del negocio nació un poco después de inaugurado el aeropuerto, en 1979, cuando los viajantes que iban o venían pasaban por el pueblo preguntando por el platillo típico salvadoreño.
En los últimos 36 años, la pupusa ha experimentado cambios tanto en sus precios como en sus ingredientes: a los tradicionales frijoles, queso y chicharrón se han sumado otros ingredientes, como pollo, ayote, camarón, zanahoria, ajo, chile jalapeño y, por supuesto, la Pupusa Loca que lleva un poco de cada uno de esos ingredientes.
Los precios son accesibles al público que puede disfrutar de las tradicionales a US$0.50 y las especialidades a US$0.60; una pupusa loca, de aproximadamente 10 pulgadas de diámetro, cuesta US$3.00 dólares.
Cada mañana, las cocineras preparan cerca de un centenar y medio de pupusas que son enfriadas a temperatura ambiente y luego envueltas una por una en papel especial para ser trasladadas a los restaurantes del aeropuerto internacional.
Otros pedidos especiales para salvadoreños residentes en Estados unidos llevan el mismo proceso pero, una vez envueltas, son congeladas y después colocadas en recipientes herméticos especiales para su envío.
Doña Zoila asegura que el negocio se mantiene abierto desde las 5:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. para atender a salvadoreños y extranjeros, por eso ellas se mantienen siempre atentas a las llegadas de los vuelos aéreos porque es cuando se incrementa el movimiento.
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