LA DÉCADA DE ORO DEL FOTOPERIODISMO SALVADOREÑO
El fotoperiodismo salvadoreño alcanzó su esplendor entre 1997 y 2007. Fue una década dorada que se caracterizó por esta llena de reconocimientos, premios, ascensos y cambios tecnológicos que condujeron a que la profesión fuera considerada como una de las ramas más importantes del periodismo.
Antes hubo muy buenos fotoperiodistas que podían contarse con los dedos de una mano. Claro, estoy escribiendo sobre fotoperiodismo y fotoperiodistas salvadoreños.
El fotoperiodismo en El Salvador se remonta a mediados de la década de los 80. Antes de esa época los reporteros escribían y tomaban fotos; en algunos casos, se especializaban en fotografía. Ellos solían acompañar a los redactores.
Durante la guerra, surgieron los primeros fotógrafos que documentaron e informaron exclusivamente sobre la guerra -y fueron contratados por las grandes agencias para la cobertura del conflicto- que se convirtieron en los primeros fotoperiodistas del país.
Sin embargo, fue hasta en 1995 que los grandes medios locales formalizaron sus departamentos de fotografía con un editor o jefe de fotografía a la cabeza que además se integró a las reuniones de editores.
En 1997, el departamento de fotografía de La Prensa Gráfica tenía pauta propia y las ideas de sus fotoperiodistas eran tomadas en cuenta en la edición diaria, tanto que las portadas eran temas propios del departamento.
Esto trajo grandes beneficios a los fotógrafos que siempre habían sido considerados solamente como personal de apoyo. Comenzaron a tener espacios para reuniones y cubículos de trabajo en la sala de redacción.
Obtuvieron mejoras salariales y eso dio pie a que muchos se esforzaran por estar entre los mejores y a fin de año, un aumento asegurado.
Durante la gerencia de redacción de Cecilia Gallardo se dieron los mejores sueldos para los fotoperiodistas. Por otro lado, en esos años, el departamento tuvo a 25 hombres y mujeres que ganaban en promedio US$700, los amateur, y más de US$1,200, los veteranos.
Esto motivó a los fotoperiodistas a participar en concursos locales. Ganaron muchos premios de derechos humanos, vivienda popular, educación, medio ambiente, migración, infancia, modas, arte y cultura. Asímismo, reconocimientos internacionales, como los de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Durante tres años consecutivos ganaron los certámenes de la Alianza Francesa y viajaron al Festival Visa Pour l¨Image en Perpignan, Francia; si se los hubiera enviado a otros certámenes, sus trabajos también hubieran ganado más premios internacionales.
Los beneficios económicos obtenidos en La Prensa Gráfica alentaron a que los fotoperiodistas de otros medios de comunicación buscaran mejorías en sus prestaciones hasta obtenerlas; demostrando que estaban a la altura profesional, ganaron muchos premios y engrandecieron la profesión.
En 2008, vino la crisis de los medios (de la que nadie o pocos escriben porque es un tema que no tiene espacio en los diarios, no hay titulares ni reportajes de investigación) y todo se vino abajo: comenzaron los recortes de personal, se contrató a dos fotógrafos de US$500 para sustituir a uno de US$1,200 y las evaluaciones tan solo sirvieron para decir al empleado que agradeciera por tener empleo.
He encontrado a viejos fotógrafos que una década después recordaron que el último aumento lo recibieron en 2007.
El fotoperiodismo siempre será importante pero como medio para vivir holgadamente no es la mejor opción, a menos de que seas como el que aquí escribe: un amante de la fotografía.
Compartimos estas imágenes premiadas que nos proporcionaron sus autores o fueron tomadas de Internet pero son muchas más que ya no están disponibles.
Entre los galardonados están: Milton Flores, Álvaro Castaneda, Óscar Leiva, Salomón Vásquez, Borman Mármol, Fernando Golscher, Julio Campos, Víctor Peña, Jarvin Muñoz, Alberto Morales, Rony González, Nubia Rivas, Francisco Alemán, Mercedes Arias y Francisco Campos.
Descubre más desde Francisco Campos
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.